Aprendiendo de la práctica
Decíamos en un artículo publicado el
año pasado, que para quienes trabajamos como Operadores Sociales en las diferentes
tramas vinculares (grupos, equipos, organizaciones) se nos presenta un
convocante desafío desde hace más de 15 años, a partir de la aplicación de las políticas
sociales del gobierno progresista en el Uruguay.
Muchos equipos para muchos programas
sociales que atienden las diferentes consecuencias de un modelo social aún
expulsivo, a pesar de las transformaciones de los últimos años, generan una
praxis que necesita ser repensada y comprendida, ya que despliega
contradicciones nuevas.
Para su comprensión y superación, estas
pueden ser asumidas desde las organizaciones sociales pensando en los efectos
de sus metodologías de abordaje; o desde las de los profesionales,
reflexionando sobre sus marcos referenciales; o bien desde la intervención en
psicología social.
Ante nosotros, estas tensiones
llegan-entre otros modos- al expresarse en una acumulación de solicitudes de acompañamiento
que vienen desde los coordinadores de equipos, pertenecientes a las organizaciones
ejecutoras de dichas políticas, a su vez en general, dichas solicitudes ya
forman parte de la propuesta que aprueba un nivel organizacional mayor.
Le dedicamos este espacio a la
descripción de la trama social cercana desde la cual provienen las demandas y
los encargos de “cuidado” de equipo (expresión avalada desde la presupuestación
que se presenta y aprueba ante el Ministerio de Desarrollo) porque la misma
impregna la solicitud y su desenvolvimiento, así como nuestra estrategia de
abordaje.
“Cuidar a los que cuidan es la expresión generalizada
(o burocratizada) y refiere en general, a la necesidad de atender algunos
malestares registrados en los equipos de las O.S.C.s (Organizaciones de la
Sociedad Civil) ejecutoras, que dificultan la operatividad de su funcionamiento.
Esta formulación abarca una práctica de acompañamiento específica, y devela
también una determinada lectura de los signos que emergen en ese andar de los
equipos en la tarea…”[1]
Equipo Groppo propone, para el
abordaje de estos emergentes, tres ejes de tarea desde los cuales desarrollar
un acompañamiento en los equipos, incluyendo a quien desempeña el rol de
coordinación, estos son:
1. los seminarios-taller sobre el
tema coordinación de equipos, centrados en la práctica reflexionada y
enriquecida con aportes teóricos.
2. la inter-visión de la
coordinación, centradas en prácticas concretas, con devoluciones a las mismas.
3.el acompañar a los equipos en su
cuidado, con diseño específico para cada realidad, en una suerte de
intervención psicosocial particular a esta coyuntura nacional.
Los Seminarios –Taller son
modalidades más conocidas y transitadas en general, por lo que desarrollaremos
a continuación los puntos 2 y 3, ya que creemos implican un aporte singular de
este equipo de trabajo psicosocial.
Utilizamos la expresión Inter-visión
para un encuadre que, si bien implica una relación asimétrica entre quien (o
quienes) solicita el espacio de revisión de una práctica y quien sostiene dicho
encuadre , desde nuestro marco referencial , dicha asimetría implica un diálogo
de saberes operativo acerca de la pertinencia del desempeño del rol coordinador
o del funcionamiento del equipo, con sugerencias ,intervenciones y devoluciones
que no implican de ninguna manera, superioridad de los mismos, sino
interlocución.
Se acuerda entre los contratantes
día, hora y frecuencia, se abona por mes, siendo las ausencias o suspensiones
de los encuentros acordados, parte del material a dialogar. Puede ser
individual o un espacio de aprendizaje y revisión compartidos entre dos o más
equipos o coordinaciones de equipos.
Acompañar a los Equipos en su
Cuidado
También
en abril retomamos con esta modalidad
particular de intervención psicosocial, en la que diseñamos un proceso de acompañamiento
que denominado, en el momento de su demanda como” Cuidado de equipos”.
Decimos
que para nosotros implica una particular intervención psicosocial, ya que no es
presentada ante nosotros como tal, sin embargo, como decíamos en el artículo
mencionado al inicio: “ Cuidar a los que cuidan puede ser una formulación
paralizante, si sólo acallamos los malestares, si no es posible reconocer los
malos entendidos, así como el no abordar las contradicciones, proponiendo un “alivio ” que no deconstruya los signos de
ese estar padeciente para convertirlos, mediante el diálogo de saberes, en una
comprensión acerca de lo que acontece en la tarea. Estamos seguros que ningún
equipo funciona” bien”: los equipos van siendo tramas que sostienen tareas,
mientras van traduciendo los encargos en propuestas o enunciaciones propias.”
En
esta direccionalidad nos ubicamos, con propuestas de trabajo que implican en
general breves procesos de tarea, en la que tanto se contiene y facilita la
comunicación, como se fortalece la confianza, se
evalúa la cooperación y se revisa conjuntamente
el marco referencial común, como se aporta información pertinente para fortalecer
el accionar del equipo.
El
encuadre consta de 6 reuniones mensuales de por
lo menos 4 hrs con todo el equipo, la asistencia a las reuniones periódicas del
mismo, y la disponibilidad para al escucha y sostén de partes del equipo (duplas
por turnos, por ejemplo) como a la persona que ejerza el rol de coordinación.
Comentarios
Publicar un comentario